“Estas
navidades van a ser candela. Cógelo bien suavecito o si no te quemas.” Este es
el estribillo de un viejo merengue navideño que hizo popular en los años 70 la
orquesta del maestro Félix Del Rosario, uno de los mas elevados exponentes de
la música popular dominicana.
Las letras
de este coro aluden a una realidad innegable: las Navidades en la República
Dominicana y en otros países de América latina son intensas, y si no somos prudentes durante esta tumultuosa época
del año, podemos “quemarnos”.
Hay cuatro
áreas en las que somos propensos a “quemarnos” durante la época navideña: El alcohol,
la comida, el dinero y, literalmente, el fuego.
Con
respecto al alcohol, si este es consumido con moderación, puede incluso ser en
alguna manera saludable, pero tomado en exceso es perjudicial para el cuerpo y
nos hace perder el control de nosotros mismos poniéndonos en situación de vulnerabilidad.
Muchos accidentes de tránsito, comportamientos vergonzosos y episodios de violencia
son consecuencias del abuso en el consumo de bebidas alcohólicas. Si bien el
alcohol se considera un lubricante social, demasiada lubricación puede conducir
a deslizamientos mortales.
También son
muy comunes durante la Navidad los excesos en el consumo de alimentos. La gran
cantidad de eventos en los que participamos que incluyen comidas favorece que exageremos,
lo cual puede provocarnos percances de salud. La Navidad ni ninguna otra
celebración debe ser una excusa para comprometer el bienestar físico. Debemos aprender
a disfrutar de los alimentos con responsabilidad, autoimponiéndonos límites.
En lo
concerniente al dinero, debemos recordar que el mundo no se acaba en diciembre,
y que tenemos por delante un enero de aridez financiera. Por eso, aunque haya
un poco más de recursos durante la Navidad, gracias a los bonos y al sueldo
trece, debemos ser comedidos con el gasto de tal forma que quede algo para el
mes siguiente. Así evitaremos vernos en difíciles aprietos económicos al inicio
del nuevo año.
El “quemarnos”
en Navidad puede ocurrir de manera literal con los fuegos artificiales. Estos,
a nuestro entender, deben ser manipulados solamente por profesionales de la
pirotecnia en lugares apropiados. Sin embargo, y muy a pesar de los esfuerzos
que se han hecho en nuestro país para impedir o limitar el acceso generalizado
a los fuegos artificiales, todavía están al alcance de cualquiera que pague por
ellos. La consecuencia es que se producen accidentes mientras son manipulados
por personas inexpertas en los cuales las victimas suelen ser niños.
En esta
Navidad, no te “quemes”, en lugar de ello procura disfrutar de las cosas
positivas que tiene esta temporada, como son la oportunidad de compartir
sanamente con nuestros seres queridos, hacer regalos desinteresados para hacer
sentir bien a los demás, extender una mano solidaria al necesitado, disfrutar
del espectáculo visual que representan las luces y decoraciones de la época y,
sobre todo, recordar a Jesús como el Niño de Belén, quien vino a traer luz a un
mundo en tinieblas. Si creemos en Él, haciéndolo Señor y Rey de nuestras vidas,
tenemos salvación y vida eterna, y la Navidad dejar de ser tan solo una celebración
para convertirse en una realidad.
¡Feliz
Navidad!
Estas navidades van a ser candela (Candela) compositor: Herminio de Jesus
ResponderBorrarGracias por el dato. Es bueno dar crédito a los autores.
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